Lo primero, vamos a ponernos en situación. Recientemente ha saltado una enorme polémica creada en torno a los diseñadores Dolce&Gabbana que ha revolucionado las redes y ha dividido a numerosos famosos.
Uno de los creadores de la firma, Domenico Dolce, hizo unas declaraciones a una revista italiana que poco tardaron en colapsar Internet. En la entrevista, el diseñador se posicionaba en contra de los nuevos modelos de familia (homosexual, uniparental, etc.) y rechazaba a los niños nacidos por fecundación in vitro, ya que los consideraba algo artificial. Ante estas palabras, el cantante Elton John no dudó en defender la familia que había creado junto a su marido y gracias a este tipo de fecundación, de manera un poco agresiva.
A partir de ahí, Internet se incendió y numerosas celebrities, además de millones de personas anónimas, dejaron constancia de sus opiniones.
Al ser un tema tan polémico, surgieron cientos de artículos de opinión que se posicionaban a favor o en contra de Dolce, pero el que voy a comentar me ha llamado especialmente la atención.
En él, el autor se muestra en todo momento en contra del diseñador italiano, pero no entiendo ni comparto la forma en la que lo hace.
Mediante una serie de comentarios irónicos y un texto cargado de rabia aderezado con pintorescos gifs, expone sus argumentos contra la firma italiana. Para empezar, define a los diseñadores como "los más horteras que te puedes echar a la cara", algo que veo fuera de lugar. Es cierto que es un artículo de opinión, pero realmente lo que piense sobre la ropa de la firma es lo de menos en este caso, y sobra decirlo de esa forma tan despectiva.
He de decir que, en esencia, estoy de acuerdo con lo que dice, puesto que estando en el siglo XXI me parece totalmente ridículo y fuera de lugar pensar que solo existe el modelo de familia compuesto por un padre, una madre y sus hijos. También secundo lo que el texto define como hipocresía del diseñador, puesto que, siendo él mismo y su compañero Gabbana gais, es incocebible que tengan un pensamiento tan retrógrado y homófobo. Creo que esto significa echarse piedras contra su propio tejado. Si los homosexuales no luchan por sus derechos, ¿quién va a hacerlo?
Pero, al margen de mi opinión con respecto a este asunto, no entiendo que el autor del artículo que nos concierne diga que "hay pensamientos que bajo ningún concepto deberían ser aceptados ni respetados". Opino que en el momento en el que escribe esta frase pierde la razón. Todos tenemos derecho a pensar lo que queramos. Domenico Dolce tiene derecho a creer que su idea de familia es la válida, por mucho que el autor del texto, Elton John, Madonna, Victoria Beckham o yo opinemos algo opuesto. Lo bonito de este mundo es que cada uno tenemos nuestras propias opiniones. ¡Qué aburrido sería lo contrario!
El error de Dolce es no entender que su voz tiene más fuerza que la mía. Suena mal, pero es así. Él puede conceder una entrevista a nivel personal y hablar de los temas que quiera, puede expresar sus pensamientos y tocar los asuntos polémicos que quiera, pero debe saber que esto va a tener consecuencias. El ser un personaje público implica que tus declaraciones van a ser escrutadas por millones de personas en todo el mundo, y más si son anticuadas y poco acordes a nuestros tiempos.
Pese a que el autor del texto defiende la campaña de Elton John contra la firma Dolce&Gabbana, a mi me parece algo sucio. El cantante compartió mensajes en sus redes sociales con el hashtag #BoicotADolce&Gabbana, que no tardó en convertirse en Trending Topic.
En el artículo se anima a la gente a participar en este boicot, alegando que es un acto de solidaridad con el colectivo LGTB, pero a mí me parece penoso. Estoy totalmente en desacuerdo con las declaraciones de Dolce, lo reitero una vez más, creo que cometió un grave error, pero eso no justifica el acoso al que están siendo sometidos tanto él como su marca.
El hecho de sumarte a un boicot e intentar desprestigiar y ridiculizar a una persona no hace que defiendas a los homosexuales, sino que estás poniéndote al nivel de esa persona a la que tanto criticas. Si tan 'progre' te sientes, si tan liberal eres, defiende el derecho de expresión aunque digan algo que no te guste.
