Vuelvo a recurrir a GQ y a otro de sus ‘artículos chorras’ porque
he encontrado uno que me ha parecido ingenioso y bastante divertido. Habla de
lo que debería poner realmente en las etiquetas de la ropa, ya que nadie se lee
los textos largos que vienen en ellas.
El inicio ya promete, ya que está cargado de una ironía y un estilo que me parecen, cuanto menos, originales:“Según el Libro Guinness de los Récords, ‘En busca del tiempo perdido’, de Marcel Proust, es el segundo libro más largo del mundo. El primero es la etiqueta de ese jersey que compraste hace un par de semanas en Zara.”
Después de esta introducción, continúa describiendo lo inútiles
que son las etiquetas, ya que poca gente les hace caso. Las cortamos, aunque no
del todo, como bien puntúa el texto, y las olvidamos para siempre.
Lo que más me ha gustado de esto es que tiene una clara
intención de divertir, de entretener. Si buscas aprender o leer sobre densos
temas que lleven a profundas reflexiones, te has equivocado de sitio. Pero si
quieres pasar un buen rato, atento al brillante final de este artículo.
La última parte la realiza de forma gráfica, coge los símbolos
de las etiquetas de la ropa y los modifica para que expresen lo que, según el
autor, todos estamos deseando. Así, nos encontramos con agua rosa, que significa
que esa prenda destiñe. También incluye uno con una oveja, que representa la
facilidad con la que le van a salir bolas a ese jersey o camiseta.
Sinceramente, me parece algo tan sencillo y tan absurdo, que
es maravilloso.
http://www.revistagq.com/moda/articulos/lo-que-deberian-decir-las-etiquetas-de-la-ropa/21470
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