Hace unas semanas comenzó a extenderse por la red el hashtag #ImNoAngel, una campaña viral que defendía el cuerpo de las mujeres 'reales' frente a las esbeltas y 'perfectas' ángeles de Victoria's Secret. No es la única vez que se ha atacado a las mujeres delgadas para defender lo que se considera 'belleza real'.
Este artículo de S Moda hace un repaso a las últimas campañas similares que han tenido lugar especialmente en nuestro país, y abre el debate: ¿Qué es realmente una 'mujer real? Creo que la opinión que dan en él es totalmente acertada, ya que es verdad que en ocasiones se intenta tanto defender los cuerpos con curvas que acaba discriminándose a las personas delgadas.
Estoy totalmente de acuerdo con que la publicidad suele ensalzar los cuerpos idílicos y esto puede fomentar enfermedades tan graves como la anorexia. Es cierto que el ayuno no es sano, y que estar por debajo del IMC no es sano, pero tampoco lo es la obesidad. No me parece adecuado que la tendencia se invierta totalmente y defiendan que solo las mujeres con curvas son 'reales'. Ahora parece que si eres delgada, con poco pecho y trasero significa que no comes, que estás obsesionada y que no eres real.
Por otra parte, creo que muchas marcas han utilizado este tirón del boicot a cuerpos perfectos para sacar tajada. Firmas como Dove o Violeta by Mango muestran en sus anuncios a personas rellenitas que se sienten bien consigo mismas y aceptan sus 'michelines' como algo bueno, y no me parece mal, pero lo veo algo oportunista. Cuando estaba 'de moda' que las modelos tuvieran cuerpos de escándalo no dudaban en sacarlas, y ahora que la tendencia se invierte, cambian su estrategia de publicidad y defienden a las ya famosas 'mujeres reales'. Me parece peligroso utilizar la forma en la que una mujer ve su cuerpo como algo publicitario, ya que es un tema muy delicado.
Me encanta la forma de tratar este asunto tan difícil que tienen en S Moda, y su conclusión final no puede ser más acertada. Todas las mujeres somos reales, tanto los 'ángeles' de Victoria's Secret como las modelos de tallas grandes. Ninguna es más real que otra, y defender que aquella con una talla 40 lo es más que una con una 36 es ridículo. Esta guerra de tallas que se ha iniciado contra las mujeres con cuerpos que se consideran irreales tiene que acabar. Como dice el artículo, "No olvidemos que de lo que se trata es de incluir. Nunca de excluir". Se trata de intentar que todas nos sintamos bien con nuestros cuerpos, sean como sean.
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